Luis Altieri

“Mediante el vacío, el corazón del hombre, puede convertirse en la regla o en el espejo de sí mismo y del mundo, pues al poseer el vacío y al identificarse con el vacío originario, el hombre es la fuente de las imágenes y de las formas. Percibe el ritmo del espacio y del tiempo; domina la ley de transformación.”
Chuang-Tsé


El gesto esencial, sentido, puede provenir de una exhalación del cuerpo, del “tan tien”, la sabiduría del bajo vientre. Desde esa profundidad, otra inteligencia global y holística, integra sentires, historia, memorias ancestrales, percepciones, reflexiones y puede expresarse libremente.

Casi todo el arte oriental, desde la China al zen, han practicado esto que llaman “la alegría sin objeto”, el arte de jugar, que suele ser más asertivo que el esfuerzo por el logro. Como en “El zen en el arte del tiro con arco”, o en “El blanco invisible”, la clave es soltar. Soltar el brazo, soltarlo en una exhalación y ver el gesto, presenciar el gesto que sucede. Sucede conmigo, como puente.

Dicho minimalismo está en la esencia de la poética expresionista. De la danza entre varios gestos esenciales puede surgir una coreografía, una composición visual. El color podrá sumarse modulando emociones y sentimientos. Puede haber una danza entre manchas de coloratura diversa y gestos o líneas que juegan en contrapunto. La danza puede llegar a tener tantos bailarines como instrumentos una orquesta. Puede resultar un juego sinfónico, rozando la exuberancia e inclusive el caos. Esta exuberancia sucede como el advenimiento de seres desconocidos a un fuego que los atrae. Algo en el campo, lo ordena, lo integra y esa totalidad de seres, de colores, de gestos, de acciones azarosas terminan formando parte de un principio estructurador inconciente que los acoge en su interior.

Del minimalismo a la exuberancia, es un conjunto de obra que contiene rastros de pequeñas iluminaciones expresivas, que quedaron subsumidas en la marea mayor de la exuberancia del color y de las formas. La parte y el todo. Inseparables. Polaridad en danza. El silencio minimalista y la exuberancia del caos, como acción poética.

Luis Altieri, Buenos Aires, Agosto 2022