Llamados a habitar un nuevo mapa del mundo y del universo los artistas empoderan sus obras a través de vigorosos lenguajes simbólicos. En un período de aparente inmovilidad los procesos culturales parecen adquirir mayor magnitud y la voz de los artistas y gestores se eleva para manifestar esas transformaciones. La apertura de espacios que difundan la labor artística y legitimen obras de arte señala la importancia de la activación cultural en todo tiempo y sobre todo en períodos coyunturales.

Un interesante diálogo se genera en Cott gallery entre todos los artistas convocados. Ellos nos invitan a internarnos en la naturaleza de los elementos, en la revelación de creaciones que no se encierran en la justificación racional, nos conducen al reconocimiento del infinito como realidad y al descubrimiento de nuevos portales que se abren más allá de las obras.

¿Cómo estará constituida la estructura del futuro? ¿Será el arte quien nos ayude a abrir caminos de sanación? Este enigma habrá de aclararse cuando al dialogar con una obra nos percibamos en territorio sagrado. Para ese entonces, quizá podamos descubrir nuevas formas de pensar y de sentir el arte.

Grace Bayala